“Toda ciudad es construida y concebida a partir de sus instituciones”, aseguran Santiago Bianchi, Felipe Carrizo, Leandro Fucile, Julian Kelis, Ezequiel Spinelli, Matias Zoppi y la arquitecta Alejandrina Martignoni. El equipo se consagró como ganador del Concurso Público de Anteproyectos del nuevo edificio del Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Lincoln, Argentina.
La propuesta ganadora responde al entorno de escala barrial y pone en valor las áreas verdes aledañas, sumándolas al proyecto como una pieza fundamental del mismo. Patios y espejos de agua, funcionan cómo órganos vitales del edificio que fomentan el encuentro e intercambio de ideas.
Promovido por la Municipalidad de Lincoln y organizado por Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA) Distrito 6, el concurso poseía como objetivos particulares potenciar la conexión con el espacio urbano, la preservación de árboles existentes, sustentabilidad, flexibilidad, y accesibilidad entre otros.
A continuación, conoce en detalle el proyecto con las palabras de sus autores.
Toda ciudad es construida y concebida a partir de sus instituciones. En particular, el Concejo Deliberante tiene un rol fundamental en la definición de la ciudadanía y la urbanidad a través de la construcción colectiva democrática. El desafío del desarrollo de su nueva sede es, en consecuencia, el de consolidar un espacio arquitectónico capaz de constituirse en centro de debate y acuerdo colectivo, abierto a la ciudad a la que pertenece, que le da sentido y para la que trabaja. Para el caso, proyecto arquitectónico y urbano han de ser articulados con un fin común.
Propuesta urbana.
Entendiendo el actual valor paisajístico y la condición pública del parque para la zona Este de la ciudad se propone la vinculación entre áreas verdes, hoy disociadas, a través de solados continuos entre paso vehicular y vereda para la nueva calle Avellaneda y las existentes Ipharraguerre y El Chañar, y circuitos peatonales comunes, lo que promulga la continuidad de usos del parque y lo consolida como pieza urbana recreativa, susceptible de ser fragmentada o unificada dependiendo de la necesidad.
En ese contexto, y entendiendo al edificio y su entorno inmediato como un todo indivisible, la arquitectura propuesta se manifiesta a través de la relación con el parque al que pertenece: una forma contenida, abstracta y autónoma, suelta e inmersa en el paisaje natural que reacciona ante las condiciones de borde propias del lugar sin desdibujar su silueta.
Por un lado, la nueva calle Avellaneda y el remanente verde consecuente, son utilizados como antesala urbana y acceso general al edificio, sumergiéndolo en el parque y su cotidianeidad. Por otro lado, un perímetro de transición de planos verticales y cubierta, regula las relaciones del espacio arquitectónico con el verde circundante, propiciando el encuentro adecuado entre el ámbito laboral y el recreativo supuesto.
Identidad.
El proyecto hace uso del patio como ámbito contenido, propicio para el encuentro y el intercambio de ideas y del salón de sesiones como iconos institucionales, de apropiación social y valoración colectiva. El primero, antesala de lo interior, hace uso del perímetro contenedor para configurarse, mientras que el segundo, utiliza su mayor altura para distinguirse y significarse, emergiendo y contrastando con la horizontal dominante del edificio por un lado, y abriéndose al público en planta baja.
Propuesta de usos y espacialidad.
Sobre el volumen de un prisma de base rectangular de 50,60 x 29,00 x 3,60 de altura, son sustraídos una serie de vacíos que a manera de patios y plazas motivan los órdenes internos del edificio y producen el ámbito de cobijo buscado. La plaza de la representatividad, un lugar de piso seco, pensado para un amplio espectro de usos institucionales, en convivencia con el exterior, la sala de sesiones y el acceso; El patio de agua, relacionada a lo exterior y vinculada al uso de la sala; Y los patios verdes interiores, pensados para ambientar los ámbitos de trabajo cotidianos y distanciarlos de los lugares de uso masivo.
El edificio, totalmente desarrollado en planta baja, ordena sus usos en tres bandas de características espaciales propias que se nutren mutuamente. La primera, más abiertas y de uso masivo, incorpora el patio/plaza principal, el espacio semicubierto de acceso general, la sala de sesiones y un patio de agua. La segunda, sumergida en el centro del proyecto, ordena las circulaciones y los servicios comunes e incorpora el hall de acceso y el espacio A. Massey como articulador entre patios y paquetes funcionales generales. La tercera, destinada al uso de dependencias del consejo por un lado, y bloques partidarios por el otro, es concebida como sucesión de espacios unificables, todos visualmente vinculados y ventilados con el exterior. A su vez, incorpora el acceso secundario desde el parque. De manera transversal a las bandas funcionales, la sucesión accesos y hall articulador materializan un espacio pasante que dinamiza las relaciones con el espacio circundante al edificio.
Propuesta tecnológica y bioclimática.
El edificio es resuelto mediante la vinculación de sistemas tradicionales húmedos con sistemas de montaje en seco, que priorizan la economía de ejecución, el mantenimiento a largo plazo y la flexibilidad en los usos que lo requieren. A su vez, la coordinación modular es ordenada mediante una grilla de módulo 3,60 x 3,60m, con submódulo de 60cm, compatible con los sistemas de montaje en seco utilizados. Todos los ambientes son iluminados, ventilados y protegidos del sol mediante sistemas pasivos, complementados por sistemas activos de diferentes clases.
Estructura. Sobre la modulación de base, en el sentido transversal los ejes estructurales son distanciados cada 1 módulo, mientras que en el sentido longitudinal la distancia entre apoyos es variable dependiendo de las necesidades de proyecto, dando como resultado módulos estructurales de 1,80x3,60m en el perímetro; 7,20x3,60m en los sectores de oficinas y servicios; y 10,80x3,60m en el salón de sesiones y plazas secas. El hormigón armado in situ, único material utilizado en la propuesta como estructural, es pensado como “visto” desarrollado con encofrado melamínico, reduciendo el envejecimiento general del edificio, y se presenta en las bases aisladas de fundación, vigas de arriostre y pilotines intermedios; en las columnas de 20x20cm y tabiques de 20x180cm; en las vigas de 20x60cm; y en las losas unidireccionales de 10cm de altura.
Cerramiento. Ordenados por el submódulo general, carpinterías, paneles divisorios y revestimientos y tamices son utilizados alternadamente según la necesidad. Las carpinterías hacia el exterior son de aluminio anodizado con ruptor de puente térmico, exceptuando las de la sala de sesiones, elaboradas de madera con cristales transparentes de vidrio laminado y dvh. Los paneles divisorios entre oficinas y bloques son de estructura de aluminio anodizado, aislados acústicamente; Los muros de mamposterías de ladrillo hueco revocado son revestidos en placas de madera laqueada, disminuyendo el deterioro por el uso masivo de la institución; Los pisos exteriores son materializados con adoquines de hormigón intertrabado, mientras que los interiores son pisos graníticos pulidos, todos materiales de poco mantenimiento y de alto tránsito; La sala de sesiones es revestida íntegramente con paneles acústicos de madera en cielorrasos y paredes, reduciendo la reflexión de ruidos indeseados.